La neurociencia del estado de flow

¿Cómo armonizar el flujo mental para tener un cerebro consciente, productivo y creativo?

Hoy me gustaría hablar sobre qué pasa en el cerebro cuando entramos en estado de flow. Un estado en el que el cerebro opera de la manera más eficiente posible, un estado de fluidez (flow) en el que estoy tan inmersa en lo que hago que el tiempo desaparece, que YO misma desaparezco, que parece que nada exista más allá de la tarea que llevo entre manos (puedes ser tocar un instrumento, estar danzando, pintando, resolviendo un problema o ahora mismo escribiendo este post).💫

Cuando entramos en estado de flow el cerebro se vuelve más eficiente, creativo y productivo. Parece ser que en estado de flow la creatividad aumenta un 400-700% y la productividad un 500%. A parte, de que este estado trae muchos beneficios a nivel de salud mental, mejora el humor e incrementa el sentido de plenitud ante la vida.

¿Quién no querría entrar en este estado? 😉

La cuestión es ¿cómo entramos en él? ¿Qué pasa exactamente en el cerebro en este estado?🤷🏽‍♀️

Hay mucha investigación acerca de este tema. Aquí te pondré la última de las hipótesis más aclamadas por la comunidad científica. Si es un tema que te apasiona, te recomiendo leer el libro «The art of impossible» de Steve Kotler, fundador del Flow Research Collective.

Para entrar en un estado de «flow» primero necesitamos que la motivación esté presente. Aquello que haga, necesito sentir que realmente tengo ganas de hacerlo. Gracias a esta pasión, el circuito de recompensa estará bien activo y liberaré altos niveles de dopamina. Esto conseguirá que no me de cuenta de lo cansada que puedo estar al realizar esa tarea y/o la incomodidad subjetiva que pueda surgir al realizarla.

Por otro lado, necesito que la tarea que esté realizando tenga el grado de dificultad idóneo que ni sea muy fácil, porque me aburriré, ni tampoco muy difícil, porqué me cansaré y me frustraré. Tiene que tener esa dificultad justa que haga mantener mi atención. El aumento de noradrenalina será el que nos haga sentir este nivel de atención, de activación (level of arousal). Cuando la tarea que estamos realizando (performance) se vuelve demasiado complicada, los niveles de noradrenalina suben demasiado y siento estrés. Si es demasiado fácil, estos niveles bajan y me distraeré.

Figura van der Linden, 2020 donde vemos que si la tarea es muy difícil, mis niveles de activación (noradrenalina) se elevan mucho, y puedo sentir estrés, ansiedad o pánico. Cuando la tarea es muy sencilla, los niveles de activación disminuyen y me siento con poca atención, aburrida o incluso puedo llegar a dormirme.

Al entrar en flow la consciencia de uno mismo desaparece. Nuestra mente se silencia, no existe dialogo interno ni ninguna rumiación. Por eso se cree que la red neuronal por defecto en este estado se ve disminuida o desactivada completamente.

Por otro lado, estar en flow aumenta mucho el foco. Nos quedamos absortos, super concentrados en aquello que estamos haciendo. Por eso se cree que la red atencional ejecutiva (corteza frontoparietal) tiene que estar bien activa en ese estado. Esto sucede sobre todo cuando estamos sumergidos en una tarea nueva, en un problema que tenemos que resolver. En cambio, personas que llevan muchos años de práctica, presentan en el estado de fluidez una red ejecutiva muy poco activa (hipofrontalidad). ¡Es increíble! Tienen tan optimizado lo que hacen, que el cerebro no necesita gastar tantos recursos para realizar la tarea. Que suceda así también concuerda con el hecho de que el tiempo pase de manera diferente en estado de flow, ya que la parte frontal del cerebro (lider de las funciones ejecutivas) se encarga de calcular el tiempo que pasa. Si esta reduce su actividad, pierdo la noción del tiempo.

Por último, en el estado de flow (igual que para desarrollar la creatividad) es muy importante la participación de la red de saliencia de la que ya hablamos en el anterior post. Se cree que esta red es clave durante el estado de flow para ir comprobando que todo está pasando como tiene que pasar. Quizás es justamente la que nos aporta la sensación de control que impregna también el estado de flow.

Así que en resumen, por un lado, necesitamos que la RND esté lo más reducida posible, que la red de saliencia esté vigente y que según la tarea que llevamos entre manos esté activa o no la red ejecutiva. Si lo que estoy haciendo son actividades complejas a nivel cognitivo (jugar a videojuegos complicados, competiciones de ajedrez, resolver problemas difíciles, escribir artículos científicos…) mi red ejecutiva estará muy activa, si lo que realizo son actividades más motoras que estoy acostumbrada a hacer (actividades más artísticas que normalmente incluyen movimiento físico como bailar, cantar, pintar, hacer deporte,…) entonces mi red ejecutiva estará más silenciada.  

Por último, como vimos, para entrar en estado de flow necesitamos estar motivados y disfrutando (dopamina), necesitamos estar atentos, despiertos (noradrenalina) y también a la vez tranquilos y relajados (acetilcolina). De hecho, en este estado fluimos entre las ondas alfa y theta, ondas cerebrales que aparecen cuando estamos relajados y concentrados. El Dr. Friederike Fabritius llamó a este trío la neuroquímica de la productividad.

Figura de la neuroquímica de la productividad por Dr. Friederike Fabritius.

¿Cómo puedo entrar en el estado de flow? ¿Cómo lo desarrollo?

Aquí te dejo varias actividades que puedes empezar a hacer.

  • Ten clara tu motivación. Si no hay motivación, es muy difícil que puedas entrar en estado de flow. Para ello puedes definir bien el propósito detrás de la tarea a realizar.
  • Ten claro cuál es tu nivel de dificultad. Si la tarea es muy complicada, divídela en pequeños pasos. Si es muy fácil, plantéala de manera que se vuelva retadora y estimulante.
  • Ten clara la dirección, el foco. Necesito tener bien definidos los objetivos, tener claro que es lo que tengo que hacer. Si no lo tienes claro, puedes preguntarle a la gente que trabaja contigo, o hablarlo con alguien. Cuando lo compartimos con otras personas, relativizamos aquello que nos produce miedo o nos bloquea, y podemos llegar a verlo como algo divertido, como un juego.
  • Recompénsate cada vez que cumples uno de tus objetivos (liberación de dopamina). Ganarás en motivación y generarás el hábito.
  • Tómate descansos activos y duerme bien. El estado de flow puede agotar mucho al cerebro. Para poder entrar en él y mantener viva la creatividad, el cerebro necesita regenerarse.
  • Estimula tu creatividad con estas actividades.
  • Piensa más en tu YO del futuro en vez del YO de ahora para evitar la procrastinación (evitar buscar las recompensas a corto plazo en vez de las de largo plazo).
  • Háblate bien, no te automachaques. Así conesguirás una mentalidad apropiada para el estado de flow, enfocada a disfrutar, en vez, de estar pendiente del miedo al error.
  • Evita las distracciones. Apaga el teléfono y otros dispositivos. Elige un lugar tranquilo y silencioso.
  • No te hinches comiendo. Trabajar con la barriga llena puede ser un suplicio.
  • Medita para entrenar la red de saliencia o trabaja con mindfulness. Cultiva la presencia en aquello que haces.
  • ¡Sobre todo DISFRUTA, JUEGA, SIENTE, ESTÁTE PRESENTE, como lo haría un niño/a!

Si quieres saber más sobre cómo cuidar tu cerebro y ganar en bienestar según la neurociencia, entonces te recomiendo muchísimo mi nuevo libro Neurocuídate. También siempre de manera gratuita puedes suscribirte a mi Newsletter y seguir aprendiendo más. 😉

Un abrazo,

Sara

1 comentario en “La neurociencia del estado de flow”

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Sara Teller