¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?

Cuando nos enamoramos es la dopamina quien toma el control de nuestro cerebro. Estar enamorada o desear querer estar con la persona amada ya hace que se libere en mi cerebro esta neuroquímica. Y es la que crea ese gran estado de euforia, de chute de energía extra, a veces incluso de máxima dependencia por querer pasar todo el tiempo al lado de esa persona.

La dopamina se libera gracias a la activación del sistema de recompensa y motivación del cerebro. De hecho, podríamos decir que realmente el amor es como una droga, ya que las partes del cerebro que se activan cuando alguien está adicto, por ejemplo a la cocaína, son las mismas que se activan cuando estamos enamorados. Y a la vez también liberamos endorfinas que nos hacen sentir gozo y bienestar.

También otras partes como la corteza cingulada, la ínsula o el hipocampo se ven activadas, pero la parte que no se activa o decrece mucho su actividad es la corteza prefrontal. Esta parte del cerebro es la que nos ayuda a tomar decisiones de manera más racional, la que pone el juicio y regula nuestra conducta. Quizás por eso dicen que el amor es ciego. No sé si te ha pasado alguna vez de enamorarte de alguien donde todos tus amigos te dicen: «¿Dónde vas? ¿Qué ves en ese tío?» Y tú no entiendes nada, lo ves todo perfecto en él. ¡Claro, sin la corteza prefrontal no hay juicio! Así que solo al cabo de los meses cuando el “efecto” va decayendo (nuestro sistema de recompensa frente al mismo estímulo se va desensibilizando), cada vez producimos menos dopamina, el cerebro va recobrando su actividad normal, hasta que el “velo” se cae de los ojos.

Según la bióloga y antropóloga Helen Fisher esto ocurre a los 12-15 meses ( Hay otros científicos que dicen que menos…¿dónde quedó eso de que el enamoramiento dura 3 años?!)

Y ojo, aún no acaba todo aquí, porque se ha visto también que el cerebro en estado de pasión y romance pleno también libera noradrenalina. ¿Te suena? Es una de esas hormonas que soltamos cuando sentimos estrés. Este aumento de noradrenalina hace que aumente tu atención (¿quizás hacia la persona que quieres?) y es la culpable de que cuando veas a la persona te pille taquicardia, palpitaciones, que te tiemblen las manos o de que casi no duermas. Estos niveles pueden explicar por qué a veces cuando nos enamoramos parecemos “ansiosos” y es que hay muchos estudios que demuestran que incluso suben los niveles de cortisol (hormona del estrés).

Hemos visto entonces que cuando nos enamoramos nos volvemos adictos (dopamina), ansiosos (noradrenalina y cortisol), y resulta que también parecemos volvernos bastante TOC (trastorno obsesivo compulsivo). Cuando nos enamoramos bajan nuestros niveles de serotonina y en estudios se ha visto que estos niveles bajan tanto como los de una persona que sufre TOC. Así que puede ser que tener unos niveles bajos son los que cause la obsesión que sentimos por la otra persona, que no podamos dejar de pensar en ella y también se produzca una desregulación en el apetito, en el sueño e incluso en el humor. ¡Menudo panorama esto de estar enamorada!

Y ¿qué pasa cuando el amor no funciona? o ¿qué pasa cuando el amor madura? ¿y si sólo es algo sexual? Todas estas respuestas las veremos en el curso de Neurociencia de la Mujer (curso ONLINE & DIFERIDO) en Fundación Radika.

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Un abrazo,

Sara

Referencia: Libro «Porqué amamos» de Helen Fisher

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Sara Teller