Sí, el cerebro de la embarazada se encoge🤰🏽🧠. Quizás te suene mal, pero no es así. ¡Al revés! Este encogimiento le da superpoderes a la futura madre. Ahora te explico porqué.
Un estudio publicado en la mejor revista de ciencia mostró que las mujeres embarazadas (entre los 6-9 meses) presentaban una reducción del volumen de materia gris en ciertas partes del cerebro (Hoekzema, 2017). En concreto, se vio que se reducía el número de sinapsis (de conexiones), disminuye el número de glía y de neuronas y aumenta la mielina (mayor velocidad en la comunicación neuronal). Esta reducción no empeora las habilidades cognitivas de las madres. De hecho, se les hicieron varios tests a las mujeres gestantes para evaluar las capacidades cognitivas y se vio que estas obtuvieron puntuaciones similares a las mujeres del grupo control (no gestantes).
Esta reducción de volumen de materia gris ocurre mayoritariamente en zonas del cerebro relacionadas con el cerebro social (corteza prefrontal, temporal, giro cingulado, precúneo e hipocampo).
¿Y porqué se pierden estas conexiones y neuronas en el cerebro de la mujer embarazada?
Ocurre lo que se denomina «poda sináptica«, es decir, algunas conexiones son podadas (eliminadas) y las que quedan se ven reforzadas (fine tuning). Una poda sináptica similar ocurre en el cerebro en el momento de la adolescencia. Aquellas conexiones que no son útiles son eliminadas, y las que sirven son reforzadas. El cerebro se hace más eficiente. Esto es lo que puede estar ocurriendo en esta etapa vital de la mujer.
Este refinamiento en el cerebro social de la mujer embarazada puede implicar un mejor desarrollo de las funciones sociales necesarias para esta etapa: mejor reconocimiento de las necesidades del bebe, mejor decodificación de que un estímulo social pueda ser una amenaza, facilita la unión madre-hijo,… (Hoekzema, 2017)
Se podría pensar que esta poda sináptica es debido a los cambios «mentales» (plasticidad neuronal) que experimenta la mujer embarazada (por el hecho de saber qué va a tener un bebé), pero este cambio en las conexiones del cerebro no se identificó en padres primerizos (Hoekzema, 2017). Este hecho refuerza la idea de que estos cambios que ocurren solamente en el cerebro de la mujer gestante son de naturaleza biológica (no psicosocial).
El cerebro de la mujer embarazada se encoge para ser más eficiente en la protección y cuidado del bebé (fin evolutivo).
Esta teoría va acorde con estudios donde se han visto que la mujer embarazada reconoce mejor las emociones y las caras (Anderson, 2011, 2012).
¿Cuánto tiempo duran estos cambios?
El mismo grupo que descubrió esta poda sináptica, también ha visto que estos cambios en el cerebro de la mujer embarazada se mantienen al menos hasta 6 años después del parto (Magdalena Martínez-García, 2021). Así es que lo más seguro es que ¡estos cambios duren toda la vida!
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¡Un abrazo!
Sara Teller
